No existe día en el que no revisemos una red social, no veamos una propaganda, o no miremos un programa o revista.
Los medios de comunicación están siempre presentes; dicen ser las herramientas donde se establece el intercambio de información entre un emisor y un receptor.
Y allí estamos nosotros, los usuarios. Cada día más blandos de corazón pero
dudosos de todo lo que se publica.
Es un gran enigma el saber si los medios nos están potenciando como sociedad o nos están bloqueando. Nos llenan de intereses particulares y se olvidan que del otro lado existen seres humanos.
Existen contenidos que varían de acuerdo a la sociedad del momento, como es el caso del ideal estético.
Es un tema que ha nacido junto a la civilización, y se ha modificado siglo a siglo, decada a decada y actualmente año tras año.
Para poder hablar del tema, primero será necesario definir qué es un ideal estético: Es un criterio connotado por valores éticos de todo lo que le rodea al ser humano y se relaciona con sus intereses dando sentido a su manera de actuar.
La imagen corporal ha variado infinitamente, pasando de ser limitada por un cálculo matemático de “la divina proporción” a ser influenciada por la intervención de Dios en la edad media. El cuerpo humano ha sido usado como objeto para el arte y el comercio.
Quienes más se ven afectadas por los estándares de belleza en la actualidad son las mujeres. Quienes buscan adaptarse a los patrones cada día más exigentes.
Los medios de comunicación se aprovechan de manera superficial para encaminar la cultura según sus intereses. Y generan en el consumidor expectativas irreales del físico que difícilmente logren cumplir, y las grandes empresas aprovechan para ofrecer todo eso que “nos falta” o “nos sobra”. Creando así, personas insatisfechas con su cuerpo.
Un estudio sobre la Influencia de modelos ideales de belleza en adolescentes de sexo femenino de la facultad de Psicología en el Salvador demuestran que de un 100 % solo el 5% están satisfechas y el otro 95% no lo está con alguna parte de su cuerpo; esto refleja la manera en que aceptan como “real” un cuerpo vendido por publicidades.
La figura femenina que se destaca en los medios de comunicación distorsiona la percepción de quien lo ve, generando así sociedades inconformes de su cuerpo; lo que puede llevar a dos situaciones: la primera, fomentar la salud, la buena alimentación y el ejercicio físico para tener un cuerpo saludable. O la segunda situación, fomentar la bulimia, anorexia y otros trastornos que buscan llegar a un cuerpo perfecto mediante un camino poco sano y poco eficiente.
Los medios de comunicación están siempre presentes; dicen ser las herramientas donde se establece el intercambio de información entre un emisor y un receptor.
Y allí estamos nosotros, los usuarios. Cada día más blandos de corazón pero
dudosos de todo lo que se publica.
Es un gran enigma el saber si los medios nos están potenciando como sociedad o nos están bloqueando. Nos llenan de intereses particulares y se olvidan que del otro lado existen seres humanos.
Existen contenidos que varían de acuerdo a la sociedad del momento, como es el caso del ideal estético.
Es un tema que ha nacido junto a la civilización, y se ha modificado siglo a siglo, decada a decada y actualmente año tras año.
Para poder hablar del tema, primero será necesario definir qué es un ideal estético: Es un criterio connotado por valores éticos de todo lo que le rodea al ser humano y se relaciona con sus intereses dando sentido a su manera de actuar.
La imagen corporal ha variado infinitamente, pasando de ser limitada por un cálculo matemático de “la divina proporción” a ser influenciada por la intervención de Dios en la edad media. El cuerpo humano ha sido usado como objeto para el arte y el comercio.
Quienes más se ven afectadas por los estándares de belleza en la actualidad son las mujeres. Quienes buscan adaptarse a los patrones cada día más exigentes.
Los medios de comunicación se aprovechan de manera superficial para encaminar la cultura según sus intereses. Y generan en el consumidor expectativas irreales del físico que difícilmente logren cumplir, y las grandes empresas aprovechan para ofrecer todo eso que “nos falta” o “nos sobra”. Creando así, personas insatisfechas con su cuerpo.
Un estudio sobre la Influencia de modelos ideales de belleza en adolescentes de sexo femenino de la facultad de Psicología en el Salvador demuestran que de un 100 % solo el 5% están satisfechas y el otro 95% no lo está con alguna parte de su cuerpo; esto refleja la manera en que aceptan como “real” un cuerpo vendido por publicidades.
La figura femenina que se destaca en los medios de comunicación distorsiona la percepción de quien lo ve, generando así sociedades inconformes de su cuerpo; lo que puede llevar a dos situaciones: la primera, fomentar la salud, la buena alimentación y el ejercicio físico para tener un cuerpo saludable. O la segunda situación, fomentar la bulimia, anorexia y otros trastornos que buscan llegar a un cuerpo perfecto mediante un camino poco sano y poco eficiente.
Cuando una persona no tiene las herramientas suficientes para valorar y observar de manera objetiva su propio cuerpo, suceden esos tipos de trastornos. Y más si la persona está en constante relación con este tipo de noticias abrumadoras.
Los canales informativos no nos enseñan acerca de la variedad infinita de anatomías, de lo múltiple que son los puntos de vista, o de la belleza que se encuentra en cada cuerpo.
Lo bello va más allá de lo superficial, engloba el interior de cada ser: Los sentidos y el carácter en conjunto.
“Cuidar del cuerpo con fidelidad inalterable. El alma debe ver sólo a través de estos ojos y si están borrosos, todo el mundo se nubla.” (Johann Wolfgang Von Goethe).