Si me poso sobre este valle,
y en mi pisada reconozco tierra fértil,
crearé con mis manos una ciudad desde cero.
y en mi pisada reconozco tierra fértil,
crearé con mis manos una ciudad desde cero.
Buscaré entre los escombros de mis antepasados,
escribiré la nueva historia que perdurará por siglos,
recordando a mis nobles y líderes siendo valientes.
Los taludes sostuvieron a su pueblo,
soportaron los cambios políticos y económicos de Monte Albán,
mantuvieron sus esperanzas firmes,
y hoy cuentan una historia que fue, es y continuará siendo.
Se enamoraron de venus,
confiaban sus pasos,
marcaba sus días,
y le regalaron sus cultivos.
En su plaza reconozco sus Ben'zaa,
ellos ríen, aman, lloran y cantan.
Alaban a sus dioses,
dignas deidades venidas de la naturaleza y la espiritualidad,
manifiestan su fe en este gran espacio público,
apropiándose de cada centímetro recorrido.
Usan sus manos para moldear la historia,
veneran a sus difuntos,
y les regalan el inframundo a sus sabios colegas.
Las serpientes representan a sus tierras,
les regalan un espacio en su memoria,
y esculpen las grecas que en el futuro contarán su historia.